¿Qué es la experiencia Playas sin límites?
Desde hace años, la estacionalidad del turismo es uno de los principales problemas del sector, por lo que se han desarrollado múltiples y variadas políticas públicas para desestacionalizar nuestros destinos y empresas. Una actividad que depende del tiempo de ocio para desarrollarse tal y como es el turismo, siempre tendrá la mayor concentración de viajes en época vacacional (temporada alta), pero para alcanzar la sostenibilidad es necesario poder desarrollar nuevas iniciativas que influyan a que una significativa cuota de mercado pueda cambiar su decisión vacacional a otros meses fuera del verano, trasvasando parte de la demanda a la temporada baja.
En múltiples destinos turísticos de nuestro país, la gran mayoría de zonas turísticas de litoral, la mayoría o parte de sus empresas cierran en temporada baja, con lo que supone de efecto negativo al destruirse decenas de miles de empleos, a la vez que también baja la actividad (ingresos y empleo) en la cadena de valor de actividades relacionadas con el sector turístico.
Los datos demuestran que las regiones de litoral sufren de una estacionalidad muy acusada, acaparando la mayoría de las llegadas solo en verano, concluyéndose claramente que son regiones donde se han de definir y desarrollar concienzudamente planes de desestacionalización si se quiere acariciar un modelo de turismo más sostenible. Por ejemplo, según el último Barómetro Turístico de Braintrust, la desestacionalización del turismo extranjero es una de las cuentas pendientes de España, observándose una masiva llegada de turistas en periodos muy concretos del año. En este sentido, los meses veraniegos del 2022 (junio a septiembre) acumularon casi un 60% del total del gasto extranjero en España.
«Todos los estudios, administraciones y asociaciones empresarial concluyen que España necesita un plan de desestacionalización del turismo extranjero»
También los distintos estudios, las distintas administraciones, las distintas asociaciones empresariales llegan a la misma conclusión, España necesita un plan de desestacionalización del turismo extranjero, ya que de lo contrario se podría poner en peligro la sostenibilidad del modelo económico y del empleo que genera todo el ecosistema turístico, pero, sobre todo, los efectos indirectos e inducidos en el resto de actividades económicas.
A su vez, la elevada estacionalidad provoca otro efecto preocupante para los principales destinos de litoral de nuestro país, el posible rechazo que la masificación de turistas provoca en la población local, que ve con recelo cómo se masifican los lugares en la temporada alta, mientras en la temporada baja se cierran empresas, mostrando un modelo económico precario y un empleo de baja calidad.
En este sentido, desde esta agrupación de destinos (Rías Baixas, Santander, Lanzarote, Almería y Málaga), entendemos que las playas no deben ser un recurso de atracción solo en temporada alta, sino que debemos potenciarlos en los meses no veraniegos para mejorar la oferta experiencial que España pone a disposición de sus visitantes, sobre todo extranjeros, y atraer turismo de calidad.


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